La historia revelada este miércoles tras el rapto y posterior liberación de una niña de seis meses de nacida en el municipio de Soledad devela la también la descomposición social y las justificaciones de las raptoras.

Ya en lo corrido del año son tres los casos registrados en el Área Metropolitana de Barranquilla: Dos en Soledad y uno en Salgar, comprensión municipal de Puerto Colombia. En las tres oportunidades han sido mujeres las causantes del secuestro simple y las causas son las mismas: tratando de conservar a sus maridos a su lado.

En el caso de la noche del martes en Villa Selene el plan del rapto que tramó Keyla García García alrededor de la pequeña hija de las venezolana Wendy Castro fue “más completo”.

Keyla se hizo “amiga” de Wendy desde que esta estaba embarazada y siguió con esa “amistad” hasta que “dio el golpe con el rapto”.

El coronel Engelbert Grijalba, Subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, aseguró que Keyla se ganó la aprecio de Wendy.

"Ella le hacía regalos, tenían una amistad durante un año y en medio de esa confianza le hizo regalos. Manifiesta que hasta le regaló una cuna", reveló el oficial.

Por estas circunstancias es que Wendy en sus primeras palabras a la prensa, al tiempo que agradeció a la Policía el rescate de la niña, pidió a las otras madres “no confiarse de nadie”.